Riglos - Aguja Roja - La Normal 110 m, 5a (4c obligado)



Riglos, una escuela con mucho carácter en el Pre Pirineo de Huesca.


La Aguja Roja es una clásica de iniciación a la escalada en Riglos (es decir "iniciación en Riglos", no "iniciación A la escalada") como bien relatan en el blog komandokroketa.org.

A Riglos no hay que ir confiado, las panzas y bolos de sus vías tienen carácter propio y si no se adapta uno, recibirá un tortazo de realidad, o mejor dicho un golpe que nos pondrá en el sitio como nos a pasado al compañero y un servidor.

A pesar de ser la vía normal, es un vía con ambiente garantizado, su verticalidad es absoluta y presenta pequeñas panzas en su trayecto y un par de pasos extra plomados, al igual que al final del tercer largo que según la postura con la que se quiera solventar el paso tiende un poco hacia fuera haciéndote creer que estás superando un desplome, es mejor ir hacia afuera del diedro chimenea lo cual implica que bajo nuestro cuerpo y entre las piernas se ve el más absoluto de los vacíos, es una cuestión de cabeza.

La vía:

La primera ascensión la realizaron Ángel Serón y Francisco Fau en Junio de 1947.

Primer largo: 5ºa - Diedro-Chimenea - 25 m.

Algo extra plomado al final donde esta el pasito fino. Casi al final del largo dejar de subir al estilo diedro-chimenea y cambiar hacia la izquierda donde se ha de empezar a confiar en la característica roca de Riglos que parece se vaya a quedar en la mano los bolos roma. En este lado se sitúa el paso extra plomado donde escupe el cuerpo hacia atrás. Tanteando y cogiendo postura se supera.

Segundo largo: 4ºc - Con pequeño Diedro - 25 m.

La salida tiene unos pasos de Vº donde se arranca con tendencia a la izquierda hasta que se ve la tirada directa hacia arriba. A los pocos metros se entra en el Diedro en el que se encuentra un paso extra plomado donde escupe mucho hacia atrás. Cuesta un poco encontrar la postura y los agarres ya que los agarres tienden a ser bolos mas bien en roma. Superado el paso justo a la derecha esta la reunión en una pequeña repisa.

Tercer largo: 4ºc - Diedro largo y muy aéreo - 35 m.

Largo muy vertical donde se progresa en su mayoría jugando con los pies y manos, uno de cada en cada pared. Largo, muy entretenido y disfrutón, pero en el que el estado físico juega un papel importante ya que puede llegar a cansar mucho por su longitud. De nuevo la salida se convierte en algo laborioso ya que sin ser desplomado tira un poco para atrás con un pasito fino que te deja en un collado donde se monta la cuarta reunión en un cable de acero que rodea toda la roca.

Cuarto largo: 4ºa - Corto y de fácil resolución - 25 m.

Largo mas fácil y algo tumbado donde en realidad solo pueden haber tres pasos que le den ese 4ºa. Sabina con cable de acero en la cima.

Descenso

Por la misma vía de ascenso por lo que hay que prestar atención a las caídas de piedras y posibles cordadas ascendiendo.
Con dos cuerdas de 60 m se realizan tres rapeles que te dejan en la base.
Con una sola cuerda de 60 m se debería de rapelar en cada una de las reuniones, sobre todo sin pasarse la reunión intermedia en el tercer largo.
Otra opción seria rapelar desde el collado (R3) con dos cuerdas de 70 m hasta la base.

Aproximación


Aparcamos el coche en el amplio aparcamiento junto lado del cementerio de Riglos donde también se sitúa el Centro de Interpretación de Aves ARCAZ, donde nos equipamos y pegamos un bocado antes de marchar hacia la Aguja Roja, no sin antes deleitarnos con las increíbles vistas que nos brindaban los Mallos, donde ya había cordadas metidas en faena. Nos ponemos en marcha en busca de la pista que viene del pueblo a la que accedemos en poco mas de 5 o 6 minutos. A los pocos minutos, mas o menos 5 o 6 minutos también, se coge una senda a la izquierda que sube a la Aguja Roja, llegando a una bifurcación señalizada donde indica seguir por la derecha. Al llegar a la Aguja y bordeándola por su izquierda se ha de pasar por debajo de un gran bloque empotrado, realizando una trepada para llegar a pie de vía.

Pista cómoda, antes del desvío a la izquierda donde tomar la senda. 

A la izquierda el Mallo Cored y a la derecha la Aguja Roja

Al llegar a pie de vía observamos a una chica subiendo por el primer largo de segunda, un largo diedro-chimenea donde se esta peleando en el paso clave. Nos equipamos con calma para dar tiempo a la cordada para que alcanzaran la segunda reunión y no colapsar la vía.

El compañero peleándose en el paso clave de (5ºa) del primer largo.

Un servidor metido en faena en el segundo largo, después de solventar unos pasitos finos de (5º) en el inicio.

Asegurándome en el segundo largo.

Arrancando el tercer largo el compañero.

Superados los pasos iniciales finos del tercer largo y encarándose al Diedro-chimenea.

Gestionando el Diedro-chimenea del tercer largo.

Cuarto largo mas bien tumbado y relativamente fácil de gestionar con algún paso de IVº.

Cima de la Aguja Roja.

Todo un privilegio escalar en Riglos.

Rapelando el cuarto largo.

Rapelando el tercer largo.

Ultimo rapel de la Aguja Roja.

La vía Normal con toda su verticalidad desde su base.

Cara Sur de la Aguja Roja.

La Sur de la Aguja.

Riglos

Un precioso pueblo envuelto por grandes paredes verticales y desplomadas, que llegan hasta los 300 metros de altura… ¡El paraíso de los escaladores!
Una vez en el pueblo nos dedicamos a recorrer los paredones de los Mallos de Riglos antes de la cena. ¡Son espectaculares! Paredes de mucho respeto que te atraen, te hipnotizan. Se le viene a uno a la cabeza las grandes gestas realizadas por los escaladores de todas las épocas. Considerada la capital histórica del montañismo en España, todo un privilegio poder estar.
El ambiente que se respira en sus pequeñas calles es de un ir y venir de cordadas con las cuerdas, cascos mochilas, etc. preparados para escalar o bien que ya han bajado de la pared y van en busca de la preciada cerveza.

Como curiosidad cada Mallo tiene un nombre propio:

Según su forma o color, como el Puro, el Cuchillo, la Visera, del Agua, os Fils, Colorado, Magdalena, Aguja Roja, Tornillo o Tornillito.

Por el nombre de algunas casas de Riglos: Firé y Pisón

En homenaje a otras personas: de los Castellanos, Melchor Frechín, Roberto Martí «Chichín», José Enrique Herrera, Mariano Cored, Víctor Carilla, Luis Gómez Laguna, General Capaz o Don Justo.

Algunas de las fotos que sacamos el compañero y un servidor paseando por Riglos.

Monumento a Alberto Rabada y Ernesto navarro muertos en la pared Norte del Eiger el 15 de Agosto de 1963.

Posando en el monumento. 

Haciendo lo propio el compañero.

Fotografía tomada en el aparcamiento junto lado del cementerio de Riglos donde también se sitúa el Centro de Interpretación de Aves ARCAZ.

La espectacular visera.

Mallo Fire.

El Mallo Fire, Pisón y el Puro.

Un lujo pasear bajo estos espectaculares Mallos.

Mallo Pisón desde su misma base.

Desde otra perspectiva.

Encantadoras fachadas en el pueblo de Riglos.

Desde cualquier rincón o callejuela aparecen los Mallos.

El espolón del Adamelo es la vía de escalada más clásica de los Mallos grandes de Riglos.

Posan majestuosos.

Curioso rincón que recuerda a Nepal.

Y con los últimos rayos de luz, esta toma para finalizar.

Al día siguiente después de pasar la noche en el acogedor refugio de Riglos donde nos atendieron muy bien, con unas instalaciones de diez, bajo una incesante lluvia dejamos atrás este reino de los Mallos pensando en volver. Antes de llegar a casa nos paramos en Pena-roja de Tastavins donde están las Roques del Masmut, unas impresionantes moles calcáreas y rojizas para echar un vistazo a sus vías y planear una pronta visita, pero eso es otra historia :)

¡!¡Salud y Montaña¡!¡

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